Andrés Gaos nació en la ciudad de A Coruña en 1874 y desde muy joven mostró grandes aptitudes como músico, que lo llevaron a viajar por toda Europa y América, donde se asentó definitivamente. Fue una figura muy relevante en el panorama musical nacional e internacional, y aunque habitualmente se presenta como violinista, este artista no solo fue intérprete, sino que también tienen una gran relevancia sus facetas como compositor, docente y director.
Con motivo del Año Gaos y desde el pasado 2 de abril, el Pazo de Fonseca acoge en sus salas de exposiciones la exposición “El universo musical de Andrés Gaos (1874-1959)”, que durará hasta el 31 de mayo. Alrededor de la intensa e interesante vida del artista coruñés se desarrolla esta exposición que abre las puertas al público con la finalidad de dar a conocer esta destacada y desconocida figura en el panorama musical nacional e internacional.
Los comisarios de esta exposición, Montserrat Capellán y Javier Garbayo, utilizan el legado que la familia del músico depositó en la Biblioteca América de la USC en el año 2017, para contribuir a la divulgación de este gran desconocido del siglo XX. Y lo hacen de una forma muy cuidadosa, donde ningún detalle queda en manos de la suerte o del azar. Programas, cartas, fotografías, críticas, partituras y documentación personal son las piezas fundamentales de esta muestra, que se complementan a la perfección con las salas, estableciendo un diálogo armónico con la potencia visual del espacio expositivo, sin que la propia arquitectura eclipse a importancia de la exposición. De hecho, la primera impresión que recibimos al acercarnos al Colegio de Fonseca es la de un ambiente confortable y de grano atractivo visual, que se ve potenciado, no solo por el contraste de los colores rojo y blanco que rompen con la monotonía de los espacios monocromáticos, sino también por el juego entre la iluminación de las vitrinas y la del ambiente; mezclando en todo momento los contrastes entre frío y caliente, y haciendo un guiño a la personalidad, tranquila pero apasionada, cuidadosa e inquieta de Gaos.
A este primer impacto también contribuye el diseño y la puesta en escena, que cuenta con una estructuración sencilla dividida en diferentes temáticas. Todo este conjunto nos transportan al posromanticismo de sus temas y nos invitan a entrar en la sala y pararnos en cada uno de los detalles de este acercamiento y reivindicación de la historia musical gallega y de la vida del artista. Sin duda, esta exposición funciona como un elemento de divulgación y los invitan a reflexionar alrededor de una figura olvidada en el tiempo.