Ramón de Arana y Pérez (Ferrol, 1858-1936), más conocido como Pizzicato, fue Ingeniero de la Armada de formación, profesor en la Escuela de Artes y Oficios de Ferrol; redactor y periodista en El Correo Gallego y colaborador en otros medios regionales y españoles de profesión, pero folclorista de verdadera vocación. Su personalidad es, sin duda, una de las más representa del pensamiento finisecular aplicado sobre la música en Galicia, superado el pensamiento y las teorías emanadas del Rexurdimento.
Formado musicalmente en la tradición familiar representada por su padre, el célebre músico, director de bandas castrenses y compositor Eduardo de Arana y por su abuelo, Joaquín de Arana, en sus escritos deja ver toda la herencia ideológica del pensamiento gallego anterior, que aplica a la música y le imprime el nuevo sesgo del movimiento regeneracionista liderado en sus inicios por Francisco Asenjo Barbieri y continuado más adelante por Felipe Pedrell. En él inscribe todo su pensamiento que se ve también influenciado por el regionalismo en boga entonces dentro de la política. Rexurdimento, Regeneracionismo y Regionalismo, son así los factores sobre los que Arana edifica todo un elaborado discurso dialéctico, cuyo fin último era dotar a la música gallega de dignidad artística por medio de la reivindicación de una personalidad propia, sólidamente sustentada ahora sobre el conocimiento de su pasado histórico y el de su folclore. Este ideal para Arana tenía su paradigma en la figura del músico lucense Juan Montes, modelo a seguir para lograr una verdadera y sólida música gallega que pudiese competir con la europea dentro y fuera de nuestras fornteras.
A lo largo de su vida mantuvo una intensa relación profesional y epistolar con Juan Montes, Canuto Berea, Indalecio Varela Lenzano, Casto Sampedro, Santiago Tafall Abad, Perfecto Feijóo, Leandro de Saralegui, Francisco Tettamancy, Manuel Murguía y Felipe pedrell, entre otros. En 1901, en coautoría con Varela Lenzano, obtuvo premio de los Juegos Florales celebrados en Lugo, por su Monografía sobre la música patriótica española. En 1910 su cancionero titulado, Cantos, Bailes y Tonadas de Galicia fue igualmente premiado en la Exposición Nacional de Bellas Artes celebrada en Madrid. Arana fue además uno de los colaboradores de Pedrell en la redacción del capítulo dedicado a Galicia en su Cancionero Popular Español. También aportó a Casto Sampedro numerosos materiales para la elaboración del Cancionero Musical de Galicia que realzaría con Víctor Said y que obtuvo en 1911 el premio de la Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Entre sus numerosos escritos, además de numerosísimas columnas periodísticas, destacan sus “Romerías ferrolanas” o su “Música popular ferrolana”, publicados desde el Almanaque de Ferrol que editaba Leandro de Saralegui y donde aparecieron también los trabajos dedicados a “El teatro en Ferrol. Una efemérides” o “El órgano de San Julián”. Gran difusión alcanzo su “Solo de gaita” y “Solo de gaita (coda)”, estudios de organografía gallega, aparecidos en el Boletín de la Real Academia Gallega en 1910. En 1919 fue propuesto como miembro de la Real Academia Gallega, renunciando en 1925.
Javier Garbayo Montabes